El pan y los periódicos
Pero un día normal, el padre Jesusmari se encarga de las compras y va a Potes a por los periódicos y el pan. «A veces voy a la piscina climatizada. ¿Me encanta!», comenta con el buen humor que le caracteriza. Tiene 52 años y es un pueblo de Vizcaya. Llegó a Santo Toribio hace poco más de un año y dice que no le costó habituarse a la vida del monasterio. «Estaba en Vitoria, así que me vine de una capital al monte. Pero al monte monte -enfatiza-. Allí estaba en continuo contacto con la gente y además, durante seis años, llevé una pastoral juvenil en Guernica. Así que noté el cambio pero no me importó». Jesusmari es el responsable de las parroquias de Pido y Espinama y también es el encargado de llevar las cuentas del monasterio.
Un año de Superior
Luis es el padre Superior y también llegó al monasterio hace un año. Hasta entonces llevaba una parroquia de Valladolid en la que se relacionaba con muchos vecinos y reconoce que aceptó con cierto temor el cambio. «Me hacía ilusión venir pero sabía que el trabajo no iba a tener nada que ver con lo había hecho hasta ese momento». Es de risa fácil y afirma que Jesusmari le anima mucho. El padre Luis es el más joven. Tiene 51 años y una de sus funciones es atender las llamadas de teléfono y a los grupos que vienen a visitar el lugar, así como el contacto directo con el Obispado de Santander. También lleva las parroquias de Turieno y Argüébanes.
Los veteranos
Juanmari es el padre veterano del monasterio, ya que lleva allí cerca de doce años. Es de apariencia seria aunque gasta buen humor. Antes estuvo en Burgos y recuerda que no le hizo «ni pizca de gracia su nuevo destino». «¿Y ahora no hay quien le saque de aquí!», dice bromeando Jesusmari. El padre Juanmari tiene 76 años y se encarga de las parroquias de Llaves, Lon, Brez, Tanarrio y Baró. También se ocupa de las cosas de la casa y es el más disciplinado con los horarios. Si el resto de los padres se despistan, a las diez de la noche ya está en la cama. Y el padre Óscar es vizcaíno, concretamente de Guernica, tiene 55 años y lleva las parroquias de Cosgaya, Mogrovejo y Pembes.
Después de que cada uno haya hecho sus correspondientes tareas matutinas, se reúnen para comer. Pilar es una joven de Castro de Cillorigo que todos los días sube al monasterio para hacerles la comida y lavarles la ropa.
Pero un día normal, el padre Jesusmari se encarga de las compras y va a Potes a por los periódicos y el pan. «A veces voy a la piscina climatizada. ¿Me encanta!», comenta con el buen humor que le caracteriza. Tiene 52 años y es un pueblo de Vizcaya. Llegó a Santo Toribio hace poco más de un año y dice que no le costó habituarse a la vida del monasterio. «Estaba en Vitoria, así que me vine de una capital al monte. Pero al monte monte -enfatiza-. Allí estaba en continuo contacto con la gente y además, durante seis años, llevé una pastoral juvenil en Guernica. Así que noté el cambio pero no me importó». Jesusmari es el responsable de las parroquias de Pido y Espinama y también es el encargado de llevar las cuentas del monasterio.
Un año de Superior
Luis es el padre Superior y también llegó al monasterio hace un año. Hasta entonces llevaba una parroquia de Valladolid en la que se relacionaba con muchos vecinos y reconoce que aceptó con cierto temor el cambio. «Me hacía ilusión venir pero sabía que el trabajo no iba a tener nada que ver con lo había hecho hasta ese momento». Es de risa fácil y afirma que Jesusmari le anima mucho. El padre Luis es el más joven. Tiene 51 años y una de sus funciones es atender las llamadas de teléfono y a los grupos que vienen a visitar el lugar, así como el contacto directo con el Obispado de Santander. También lleva las parroquias de Turieno y Argüébanes.
Los veteranos
Juanmari es el padre veterano del monasterio, ya que lleva allí cerca de doce años. Es de apariencia seria aunque gasta buen humor. Antes estuvo en Burgos y recuerda que no le hizo «ni pizca de gracia su nuevo destino». «¿Y ahora no hay quien le saque de aquí!», dice bromeando Jesusmari. El padre Juanmari tiene 76 años y se encarga de las parroquias de Llaves, Lon, Brez, Tanarrio y Baró. También se ocupa de las cosas de la casa y es el más disciplinado con los horarios. Si el resto de los padres se despistan, a las diez de la noche ya está en la cama. Y el padre Óscar es vizcaíno, concretamente de Guernica, tiene 55 años y lleva las parroquias de Cosgaya, Mogrovejo y Pembes.
Después de que cada uno haya hecho sus correspondientes tareas matutinas, se reúnen para comer. Pilar es una joven de Castro de Cillorigo que todos los días sube al monasterio para hacerles la comida y lavarles la ropa.
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